Los recursos naturales están distribuidos de forma muy desigual y arbitraria por el mundo. Ni siquiera las catástrofes naturales ni los peligros derivados del cambio climático afectan a todos por igual, lo cual hace más difícil que se alcancen acuerdos para reducirlo. Ya se siga una corriente filosófica orientada a reducir el sufrimiento o, en el otro extremo, una tradición centrada en los derechos básicos del individuo, unas desigualdades tan arbitrarias, perjudiciales y crecientes resultan injustificables. Pero ¿qué se puede hacer?
Desde distintas perspectivas filosóficas tres autores proponen introducir un impuesto o tasa sobre aquellos recursos naturales que unos usan más o tienen en mayor cantidad, y distribuir lo recaudado a escala global para reducir la desigualdad inicial e impedir que el cambio climático la incremente. Pero esta idea general no solo puede justificarse ...leer más