Renata Adler ya se había granjeado una fama de periodista incendiaria y polémica en The New Yorker antes de publicar en 1976 su primera y ya mítica novela, Lancha rápida, una de las obras estadounidenses de culto de la segunda mitad del siglo xx. Jen Fain, la protagonista, es una joven periodista sin objetivos, aparentemente incapaz de establecer ningún vínculo romántico o plantear una pregunta directa, incapaz incluso de recoger el periódico de la mañana sin encontrar un dilema moral en forma de un vagabundo desmayado en el vestíbulo, pero, sin embargo, logra poner en el punto de mira las sutilezas de la vida. De las cenizas del sueño libertario y hippie de los sesenta surgen la desorientación y el vértigo que en Lancha rápida no sólo funcionan como el trasfondo de la novela (y de la época), sino que se convierten en la forma misma de la narración, una narración acelerada, nerviosa, ...leer más