Activismo feminista y belicoso que se ha propagado desde Ucrania por toda la geografía europea como la pólvora. Una voz desnuda: contra los hechos, pechos. «Ucrania no es un burdel» fue el grito de ira y de guerra proclamado por las Femen cuando los mandarines del fútbol viajaban al este para celebrar un campeonato y las destrezas sexuales de las jóvenes locales. Ése fue el exabrupto que atravesó fronteras a pecho descubierto para dilatarse hacia otras esquinas de la miseria humana. Una epidemia que ha profanado incluso la residencia de la soberanía española, donde unas irreverentes reclamaron la propiedad privada de los cuerpos que exhibían. Ése activismo les ha valido palos, encierros, prohibiciones y censuras consternadas, pero las chicas de Femen siempre han contado con el escudo de una formidable cobertura mediática. Han descubierto que la bomba más atómica es el espectáculo, y e...leer más