Robert Delaunay, pintor de oficio, quiso escribir un libro, nunca lo terminó: este es el libro que quiso escribir Robert Delaunay.
Este silogismo que parece paradójico, retorcido, espirálico, surge no obstante como una evidencia al recorrer esta reunión de papeles realizada por Pierre Francastel. Estos papeles recobrados, hasta hoy inéditos en castellano, reflejan anotaciones de Delaunay sobre su obra, sobre las reflexiones de su amigo el poeta Apollinaire acerca del cubismo y su devenir, así como conversaciones con sus colegas y alumnos y hasta un proyecto para un museo de arte inobjetivo.
Si como dice Souriau no hay obra de arte que no sea “obra por hacer”, dar con estos fragmentos de escritura no debe llevarnos al lamento por una presunta “falta” de unidad sino a constatar la búsqueda de un estilo de escritura por fragmentos, aforismos, por pinceladas y toques, donde ta...leer más