La política latinoamericana ha consolidado alguna de las tendencias que ya estaban presentes hace una década. Ha continuado el asentamiento de la institucionalidad poliárquica procesando el conflicto político mediante elecciones o arreglos institucionales que han sido capaces de encauzar las muy severas crisis enfrentadas. Los comicios han seguido siendo la guía de la vida política, pese a cierta desconfianza social en su desarrollo, y son el instrumento a través del cual se ha articulado la acción política. Mientras tanto, el universo partidista ha continuado sufriendo profundas mutaciones en lo atinente a sus ataduras ideológicas, en la volatilidad de las ofertas electorales y en su drástica desinstitucionalización en la mitad de los países que se consideran en este volumen. Poco a poco se han ido conformando dos modelos de hacer política que, en gran medida, se alinean con el tradi...leer más