Se ha dicho a menudo que la experiencia de los campos de concentración es indecible. Y sin embargo, una enorme cantidad de textos, obras de teatro o películas se esfuerzan por dar testimonio de ella, buscando el lenguaje y las imágenes capaces de abordar lo que está más allá de lo imaginable. A partir de un vasto corpus literario y cinematográfico, Philippe Mesnard estudia las diferentes formas de expresión movilizadas por testigos, escritores y artistas. Establece cuatro configuraciones testimoniales: la escritura realista que se supone transparente (por ejemplo, las de Vassili Grossman, David Rousset, entre otros), la escritura “trascendente”, que transpone la realidad a un escenario simbólico (como en El último justo de André Schwartz-Bart o La vida es bella de Roberto Benigni), la “configuración crítica”, que le da su lugar al vacío y a la pérdida (por ejemplo, en Imre Kertész, Ro...leer más