Originalmente este libro llevaba como título El odio a la poesía que, a decir de su autor, sólo subraya el odio a la poesía pretendidamente ligada al gusto de lo posible, pero no lo expresaba claramente. Pensando en la aversión que le inspiraba entonces la bella poesía, destacaba la insulsez del lirismo. Esto debido a que para él, la poesía no delira, el delirio posee sobre la poesía la ventaja de ser involuntario. Creía que el único medio para llegar a la verdadera poesía era el odio, que la poesía carecía de fuerza excepto en la violencia de la revuelta. Pero la poesía no alcanza esa violencia sino evocando lo imposible. Debido a que casi nadie comprendió el significado de ese título prefirió hablar de lo imposible, aunque, de igual modo, este título tampoco es claro, porque se puede definir lo posible pero no lo imposible, pero el autor guardaba la esperanza de que algún día se lle...leer más