Carlos Monsiváis, uno de los autores mexicanos más importantes y reconocidos del siglo XX, publicó a lo largo de más de cuatro décadas la columna Por mi madre, bohemios, una de las más famosas de la prensa mexicana. Durante la década de los setenta del pasado siglo, Monsiváis acompañó esta columna con una sección tanto o más hilarante, El consultorio de la Doctora Ilustración, donde hipotéticos lectores pertenecientes al ámbito cultural mexicano escribían cartas bajo seudónimos como «Genuinamente Consternado», «Libre y Agradecida» o «El palpitar científico de la sangre». Casi todas las cartas planteaban asuntos y preguntas delirantes como: «¿la frase de Gertrude Stein “una rosa es una rosa es una rosa”, deriva del dicho popular mexicano “una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa”? ¿Qué se puede hacer para salvar la conciencia artística de uno mientras se escriben radionovelas por ...leer más