Una sociedad aterrada por la inminencia del fin del mundo: esta imagen del Año Mil siguió viva durante muchos siglos e incluso persiste en el presente. Como antídoto contra las supersticiones inconscientes, estas primeras décadas del nuevo siglo son más que propicias para analizar la mentalidad del final del primer milenio. Con los triunfos del humanismo aparecen en el siglo xv las primeras descripciones de los terrores del Año Mil, que reflejan el desprecio renacentista por aquella barbarie, opuesta a la idealizada antigüedad clásica. Esta imagen se debe en parte a la poca consistencia de los testimonios históricos, pero para obtener un lienzo más preciso, Georges Duby amplía el campo de observación, estudiando la franja de algo más de medio siglo que rodea al Año Mil. La Europa de entonces salía de una profunda depresión. Sin embargo, para la generación que precedió a este cambio de...leer más