Josep Pla

Josep Pla

En la prosa de Pla hay sabor a tabaco negro y a picón, pero hay también un aura de todos los mares del mundo. No le gustaba Madrid, pero tampoco mucho Barcelona. Era un esnob con boina, que es lo último que se pondría un esnob. Pla no es novelista ni dramaturgo ni poeta, ni le preocupa serlo. Sencillamente escribe lo que se le va ocurriendo, porque sabe que las cosas ocurren en la escritura.