¿Cómo comprender el presente de sociedades que han conocido el desmoronamiento del «paraíso» comunista y vivido los delirios nazi-fascistas? ¿No sería vano definirlas por su régimen político a la vista de la evolución de las democracias occidentales desde la simbólica fecha de mayo de 1968? ¿Se habrían convertido una vez más religión y economía en las palancas que mueven nuestro mundo y la «democracia» en un término cada vez más gastado? ¿O cabría pensar que la democracia está sujeta a tensiones y desarrollos cuya figura última es desconocida, pero cuya indeterminación no la deslegitima como horizonte político de la vida en libertad? ¿No sería entonces la secularización de los fundamentos de la vida social la clave que descubriría la condición histórica de individuos y sociedades, condición que, según Marcel Gauchet, haría de la humanidad «un enigma para sí misma»?
A indagar la...read more