Canek Sánchez Guevara nació en La Habana en 1974. Apasionado de los medios audiovisuales y de la computación fue entre muchas otras cosas escritor, fotógrafo, diseñador gráfico y un viajero impenitente. Hombre de una profunda sensibilidad anarquista —tal y como definió el cineasta José María Nunes a todas esas flores silvestres que crecen al calor de la anarquía sin comulgar con la ortodoxia de la ideología— fue nieto, según sus propias palabras, «de uno de los comandantes de la revolución cubana, reconvertido tras su muerte en ícono de la subversión internacional». Le sorprendió la parca en enero de 2015 en México D. F., justo cuando estábamos trabajando (en colaboración con los editores de Surplus) en la edición de estos diarios.