Sor Juana Inés de la Cruz (1648-1695) es la última gran poeta de los Siglos de Oro de la literatura en español. Su vida intelectual fue muy intensa y abarcó todos los saberes de la época. Escribió numerosos poemas líricos, cortesanos y filosóficos, comedias teatrales, obras religiosas y villancicos para las principales catedrales del Virreinato. Inscrita en el estilo barroco, su poesía es rica en complejas figuras del lenguaje, conceptos ingeniosos y referencias a la mitología grecolatina.
Durante su vida, la obra de sor Juana gozó de gran popularidad. Gracias a sus relaciones cercanas con los virreyes, fue publicada en España y leída con asombro en muchas partes del Imperio. Su poesía destaca por una deslumbrante belleza sonora, ingenio refinado y profundidad filosófica. Los siglos XVIII y XIX, dominados por un gusto adverso a la estética barroca, la desdeñaron, pero en el siglo XX se revaloró a sor Juana como un clásico extraordinario de la literatura hispánica.
De acuerdo con la estética renacentista de la imitación, sor Juana siguió los modelos literarios de la época y en muchos casos los superó. Sirvan de ejemplos el poema Primero sueño, la comedia Los empeños de una casa o el auto sacramental El divino Narciso, así también, Respuesta de la poetisa a la muy ilustre sor Filotea de la Cruz –normalmente presentada como Respuesta a sor Filotea de la Cruz– que es uno de los textos en prosa más importantes de toda la literatura novohispana.