Odo Marquard (1928), en la actualidad catedrático emérito de la universidad de Giessen y miembro de la Academia de la Lengua y Poesía de Darmstadt, es uno de los pensadores más lúcidos e irreverentes de la llamada “generación escéptica”. Tras haber sufrido en la infancia la reclusión en un internado nazi y una breve experiencia de cautiverio como soldado adolescente, Marquard comenzó a formarse intelectualmente en la inmediata posguerra; estudió desde 1947 hasta 1954 filosofía, germanística y teología en Münster y Friburgo bajo la dirección de su principal maestro Joachim Ritter y se doctoró en 1954 con un trabajo que se convertiría en su opera prima: Método escéptico respecto a Kant (1958).
En 1963 se habilitó con una investigación que intentaba demostrar cómo el psicoanálisis representaba la continuación del idealismo alemán por medios desencantados y que se publicaría años después bajo el título de Idealismo trascendental, filosofía de la naturaleza romántica, psicoanálisis (1987). Sus piezas de “literatura trascendental” le han valido reconocimientos como el Premio Sigmund Freud a la prosa científica (1984) o el Premio Ernst Robert Curtius (1996) por el conjunto de su ensayística.
Entre sus obras cabe mencionar: Dificultades con la filosofía de la historia (1973), Adiós a los principios (1981), Apología de lo contingente (1986), Estética y anestética (1989), Felicidad en la infelicidad (1995) y Filosofía de la compensación (2000). Y sus aportaciones más recientes (Escepticismo como filosofía de la finitud e Individuo y división de poderes, aparecidos en 2002 y 2004 respectivamente) ratifican cómo la brevedad de la vida incita a dudar de todo fundamentalismo y a urdir mil y una historias para afrontar la amenaza de la muerte.