Nacido en Valence, Francia, (1913-2005), fue profesor de Historia de la Filosofía en la Universidad de Estrasburgo (1948-1957) y profesor de Filosofía en la Universidad de la Sorbona (1957-1967), enseñando después en la Universidad de París-Nanterre hasta 1987. En 1970 pasó a formar parte del Departamento de Teología de la Universidad de Chicago. Fue también profesor invitado en las universidades de Yale, Montreal y Lovaina, entre otras. La educación filosófica de Ricoeur está vinculada desde muy temprano a los nombres de Husserl, Heidegger, Jaspers y Marcel. En 1939 fue hecho prisionero y pasó la guerra en diferentes campos de concentración. Este acontecimiento marcará su vida y su obra con una obsesiva interrogación sobre el problema del mal, la falta y el sufrimiento. Su compromiso religioso y su formación intelectual caminaron siempre juntos, pero dentro de una estricta división del trabajo: la exégesis bíblica, por un lado, y el quehacer filosófico, por otro. Autor de una vasta y polifacética obra, su contribución a la elaboración y desarrollo de la teoría hermenéutica le convierte en responsable, junto con Hans-Georg Gadamer, de lo que se conoce como «el giro interpretativo de la filosofía». Entre sus numerosos títulos traducidos al castellano cabe destacar Tiempo y narración (1987), Sí mismo como otro (1996), La metáfora viva (2001), La memoria, la historia, el olvido (2003), Finitud y culpabilidad (2004) y Caminos del reconocimiento (2005), los cuatro últimos publicados en esta misma Editorial.