La puntuación, se sabe, tiene una larga historia, desde los libros de cuentas de los escribas del Antiguo Egipto hasta los recientes smileys. Prestando gran atención al arte de puntuar en sus formas clásicas o contemporáneas, este libro quisiera no obstante abrir un campo más vasto: el de la estigmatología (del griego stigmê: «punto»), la cual analiza los efectos puntuantes dondequiera que aparezcan. En el relato y en la producción autobiográfica encontramos un sujeto que no es más que el contragolpe de una serie de puntuaciones, tal como lo dan a pensar el psicoanálisis y la literatura, de Tristram Shandy a Lacan, pasando por la extraordinaria novela de Chéjov, El punto de admiración. Para describir estos efectos puntuantes se intenta finalmente construir –con Hegel, Nietzsche y algunos otros– un concepto de puntuación atento al ritmo y a la pulsación del fraseo, así como a los alcan...leer más