Hoy en día se acepta ampliamente que el autismo, cualquiera sea su forma clínica, es un trastorno neurobiológico que determina una relación diferente con los demás y con el mundo. Una vez aceptado el origen neurobiológico, el desafío para los cuidadores, docentes y padres de adultos y niños autistas es hacerles un lugar en este mundo, cada uno según su especificidad. En Francia, y debido a la influencia del psicoanálisis, siempre ha existido una tendencia a considerar el autismo como una psicosis infantil. Uno de los primeros casos de autismo fue descrito por la psicoanalista Melanie Klein (el famoso "caso Dick") en la década de 1930. A principios de los años 1950, cuando los trabajos pioneros de Leo Kanner eran poco conocidos en Francia, Jacques Lacan, anticipándose así a la noción actual de atención conjunta, se interesó por el caso Dick, para el que desarrolló un "modelo óptico" de la personalidad, sin pronunciarse, no obstante, sobre su diagnóstico. Este libro explora diferentes enfoques teóricos del autismo, desde el psicoanálisis hasta la ciencia cognitiva. Su autor se apoya no sólo en la literatura científica, sino también en ejemplos clínicos de su propia práctica para llegar a una conclusión precisa respecto a la indicación del tratamiento psicoanalítico de las personas autistas. ¿Puede el psicoanalista por sí solo ser una respuesta terapéutica al autismo? Por supuesto que no. ¿El psicoanálisis está indicado para las personas autistas? Lo es, a condición de que reformule completamente su concepción del autismo, como lo han hecho algunos psicoanalistas en los últimos años, como se describe en este libro. Prefacio Jean-Claude Maleval - Postfacio Ariane Giacobino