Bartleby, el escribiente es una de las narraciones más extrañas de la historia de la literatura, y su protagonista uno de los más excéntricos especímenes de la raza humana, cuyo lúcido e implacable nihilismo recuerda las teorías chinas acerca de la conducta ideal del emperador y del hombre santo. Desde el mismo momento de su nacimiento, el relato de Herman Melville ha espoleado la polémica y ha generado el intenso interés que garantiza la inmortalidad de una obra literaria: la fascinación. Bartleby, el escribiente es considerado hoy un precursor insólito de los mejores relatos de Kafka.
En El campanario asistimos al trágico final de un personaje fáustico, y en su trama se percibe la influencia de su amigo Nathaniel Hawthorne. Los dos templos consta en realidad de dos textos: el primero fue censurado en su día para no herir la sensibilidad religiosa de los lectores; y el segundo,...leer más