La nada es el espacio propicio para las potencias, los inicios, el nacimiento de las nuevas ideas, la creatividad, la destreza mental, el entendimiento y la palabra; está presente análogamente en el cero, en el vacío, en el cambio, en el movimiento, en las modificaciones sustanciales, en el silencio, en las pérdidas y en los sinsentidos. Es ahí, en la nada que al hombre contemporáneo aún le queda, donde éste debe reconstruirse para lograr su plenitud. La consideración de la nada implica una nueva perspectiva, una óptica alternativa, una visión distinta a la convencional. Eso, ser un nadante, es lo que sugiere esta obra. En sus páginas, el lector encontrará un modelo para entender la existencia y lo que en ella sucede, un sustento a partir del cual asumir íntimamente que negarse es el único modo de afirmarse, que irse es una manera de estar, que destruirse es un modo de construir y que...leer más