Por primera vez en castellano la correspondencia entre dos gigantes de las letras francesas: Albert Camus y René Char.
La fraternal amistad que unió a Albert Camus y René Char era conocida, pero gracias a esta correspondencia al fin podemos aquilatar su auténtico valor y lo que sin duda reunió a estos dos creadores: el encuentro y el reconocimiento, en un tiempo de sinrazón y desmesura, de dos obras que coincidieron plenamente. Una manera luminosa, entre el Ventoux y el Luberon, de darle la razón a Julien Gracq cuando intuía que, con el paso del tiempo, «se acercarían, en la significación de sus obras, dos amigos cuyas siluetas han podido parecer distintas».
Pienso que nuestra fraternidad, que se manifiesta en todos los planos, va mucho más lejos de lo que los dos pensamos y aun de lo que sentimos. Cada vez más seremos un incordio para la frivolidad de los explotadores d...leer más