A la edad de veinte años Tsai Ming-liang se mudó de su natal Malasia a Taipei en donde estudió cine, trabajo como productor teatral, guionista y director de televisión. Con su segundo largometraje, Rebeldes del dios Neón (1992) obtuvo el León de Oro del Festival de Venecia, con once largometrajes, cortos, documentales, segmentos y programas, lo han llevado a ser considerado uno de los más importantes realizadores en activo del mundo.