Conocemos muy bien el peso que tuvo el pasaje del pensamiento de Deleuze por la historia de la filosofía, desde sus obras fundamentales de fines de los 60, pasando por sus lecturas de otros filósofos, sus libros que se inmiscuyen o invaden campos de saber no-filosóficos, hasta su colaboración con Guattari. Lo que nos cuesta conocer mejor es su gravitación en nosotros, qué hacer con él, con su obra, más allá de la cita de ocasión o la autocomplacencia banal. Y es la pregunta medular para una filosofía: su valor de uso. ¿Qué hacer con las críticas del capitalismo, del aparato de Estado, de las vidas neuróticas o de Edipo? ¿Cómo construir una política con los conceptos de nomadismo, de máquina de guerra o de línea de fuga? ¿Cómo el devenir minoritario puede ser potente?
Necesitábamos una lectura como la de David Lapoujade, quien ha navegado como nadie por la obra de Deleuze –trabaj...leer más