Antón es un ingeniero retirado que vive solo. Un día recibe la llamada de Susana, su primera esposa, que le anuncia que irá a visitarlo. Juan María es su vecino, es alfarero y es, además, el único vínculo que tiene con Galia, su segunda mujer –una actriz de teatro–, porque conserva una pieza de cerámica que ella moldeó y que dejó para que la horneara.
El anillo de cobalto es uno de los mejores relatos de Juan Villoro: encierra el descubrimiento de las pérdidas irremisibles y el desamparo como marco de una escritura emotiva. En estas páginas se lee la fragilidad cotidiana que algunos padecen a pesar de su aparente normalidad, bajo el virtuosismo narrativo y la mirada cómplice de Villoro en su mejor versión como cuentista.