El cerebro altruista demuestra, desde el enfoque de la neurociencia, que somos naturalmente buenos porque estamos biológicamente predispuestos a ello. El cerebro altruista constituye el estudio más importante sobre cómo y por qué medios —por mecanismos puramente físicos— los seres humanos empatizan entre sí y responden de manera altruista. Esa amabilidad espontánea es nuestro comportamiento natural, independientemente de los condicionamientos religiosos o culturales. Desde un riguroso y amplio enfoque científico, Pfaff muestra de qué manera el funcionamiento del cerebro recompensa nuestra conducta ética y sirve a los objetivos mayores de la evolución. Asimismo expone cómo, utilizando los planteamientos psicosociales que actualmente se conocen, podemos cultivar este aspecto de la naturaleza humana, para que no se vea superado por influencias sociales adversas. De esta forma, disipa los...leer más