Con la implantación de las políticas neoliberales de gestión del agua en México comenzó la instauración de estas políticas en Latinoamérica y sobre esta experiencia se pretende reestructurar la administración pública del sector hídrico en la región. Su objetivo es controlar la “participación social” mediante la creación de formas organizativas que restringen la participación de la ciudadanía en la gestión y administración del agua y promueven los intereses del sector empresarial