Conforme a su autocomprensión normativa, el derecho moderno se inspira en la idea de autonomía. Un sistema jurídico realiza esta idea y cobra él mismo (frente al poder social y la lucha por el poder político) una autonomía a la altura de ella cuando tamo la producción legislativa como la administración de justicia garantizan una formación imparcial de la opinión y de la voluntad y hacen que tanto la política como el derecho queden embebidos de procedimientos que permitan el uso público de la razón. No puede haber autonomía del sujeto, ni derecho autónomo, no pueden haber Estado de derecho, sin que la idea racional de democracia sea también una realidad. Sin embargo, el cumplimiento de esa promesa subyacente en el derecho moderno parece hoy tan imposible, como imposible resulta renunciar a ella. En la teoría política y la teoría del derecho se dividen el terreno planteamientos purament...leer más