En esta obra, Peter Hünermann propone una nueva manera de entender la dogmática: no como algo inamovible, fijado desde y para siempre, sino como «acontecer lingüístico de la fe».La propuesta de Hünermann, lejos de promover una historización relativizadora de la fe, muestra cómo ésta, en tanto expresión de la alianza del hombre con Dios, ha adoptado diversas formas y ha cambiado su lenguaje según las épocas. A decir de Hünermann, la teología, especialmente la teología dogmática como núcleo sistemático, es la ciencia acerca de Dios en el tiempo y en la historia, y puede realizarse únicamente dentro de un proceso de cambio y progreso, pues ésta no está orientada sólo al pasado, no es una ciencia archivista, sino que lleva en sí una referencia hermenéutica y creativa al presente y al futuro. Este planteamiento otorga un lugar nuevo a la disciplina de la dogmática, que se presenta aquí como el eje que articula todas las disciplinas en tanto «forma» del discurso teológico y de la fe.