Esta obra ofrece una síntesis de los recientes descubrimientos sobre el funcionamiento del cerebro en las diversas formas de la actividad musical. A partir de los procesos cerebrales en juego, el autor ilumina las dificultades del aprendizaje musical de los niños.
Por primera vez se explica neurológicamente la imposibilidad de adaptación infantil a ciertos modos específicos del aprendizaje musical. Partiendo de la base de que un ser humano perfectamente equilibrado hace funcionar alternativa o simultáneamente los dos hemisferios cerebrales, el autor aboga por una pedagogía diversificada que se ajuste a los distintos estilos de aprendizaje de los niños. Su criterio es que los niños no existen para satisfacer las normas educativas, sino que éstas deben modificarse conforme a las necesidades infantiles, sobre todo en la medida en que se amplían los conocimientos neurológicos.