Si alguien, en un paseo por el campo, encuentra una planta que no figura en los libros de botánica, no se le ocurre decir que esa planta no existe sino que no está registrada en la flora al uso. Por el contrario, muchas personas afirman categóricamente que tal o cual palabra no existe simplemente porque no figura en los diccionarios en general o, más concretamente, no figura en el Diccionario de la Real Academia Española, a la que se le concede la autoridad para otorgar los certificados de nacimiento, o de buena conducta, de las palabras. De esta presunta autoridad de los diccionarios se ocupa este libro, que recorre además su historia y su geografía a lo largo de las principales lenguas del mundo, desde sus orígenes en la Antigüedad asirio-egipcia y griega hasta las versiones electrónicas de los diccionarios accesibles por internet, y desde las lenguas europeas hasta las lenguas más ...leer más