Las víctimas han sido consideradas tradicionalmente como el precio exigido por la marcha de la historia. Pero a partir del horror de las dos guerras mundiales han alcanzado visibilidad social y han pasado a ocupar un espacio político, controvertido pero incuestionable. El testimonio de los supervivientes del genocidio judío, el sufrimiento de las poblaciones en las periferias del mundo, la reformulación de la cuestión social, el terrorismo y, más recientemente, las víctimas viales son fenómenos que permiten examinar los mecanismos de la victimación. A partir de ellos cabe establecer nuevos imperativos ético-políticos que se enfrentan a la lógica instrumental que ha presidido la forma habitual en que las sociedades han tratado a las víctimas.
En toda victimación se oculta esa lógica que degrada aquello sobre lo que se aplica a mero sustrato, a condición para un fin, a simple mate...leer más