El Dr. Xylmurbafi entiende realmente en su materia, dijo el señor Ipocon con satisfacción a su mujer. >. Tenía motivos para alegrarse, pues sus médicos no habían conseguido hasta entonces curar sus males. Y ¿quién va a extrañarse de que mirara con impaciencia su curación iniciada e intentara acelerarla? Lo que no resulta tan clara es que así se convirtió en una vícitma condescendiente de una de las sugestiones más triviales y rancias de Hécate, esto es, de la convicción de que más de lo mismo tenía que ser mejor. Así, pues, tomó el doble de dosis del medicamento y tuvo que ser ingresado el jueves pasado en el hospital municipal con síntomas de intoxicación.