Jorge Juanes escribe en el. prólogo a esta segunda edición (2016), corregida y aumentada, de Los caprichos de Occidente, que no ha dejado de preocuparle la persistencia de individuos que tras deponer su singularidad en nombre del hombre universal pretenden ser pauta del mundo cumpliendo, en consecuencia, el mandato de la metafísica de la subjetividad que determina, catastróficamente, el destino de los tiempos modernos. Reflexiones como la anterior vertebran Los caprichos e invitan al lector a cuestionar las imposiciones de la civilización occidental y a replantear la supuesta neutralidad que la ciencia y la técnica defienden a capa y espada, contribuyendo en ello a la devastación del mundo. Juanes concluye que la modernidad logocéntrica-técnica y capitalista se niega a verse a sí misma como causa de la sinrazón que preside el mundo.