El siglo XX fue testigo de un sinnúmero de revoluciones en el campo del arte, y entre los animadores de la insurgencia plástica se encuentra Marcel Duchamp. La interpretación que hace el autor de este libro gira en torno a la crítica que hace Duchamp al ocularcentrismo en tanto convertido en fetiche de la plástica occidental y examina, asimismo, la relación establecida en la obra del artista francés entre el arte y el erotismo. Hace un análisis de lo que se considera más relevante en la obra de Duchamp: el ready-made, el Grand Verre y Étant donnés…, se toman en cuenta algunas de las interpretaciones más destacables como las de Octavio Paz, Maurizio Calvesi, y se examinan algunas corrientes neodadaístas o postmodernas.