Para comprender el entramado más hondo de este libro sobre la Virgen la razón más perentoria para el autor habrá que leerlo a la luz del último capítulo, el culto a María, donde la doctrina se hace celebración y vida. Porque todo este estudio pretende dar respuesta a un fenómeno expandido a lo ancho de la geografía, extendido a lo largo de la historia y enraizado en el corazón de los fieles: el lugar imprescindible de la Madre de Dios en la devoción de los pueblos, que le dedican catedrales, basílicas, santuarios y ermitas y los convierten en lugares de peregrinaciones, que cantan su loores en canciones y poesías, que esculpen sus imágenes en todos los materiales imaginables y en todos los estilos... ¿Qué sentido tiene este fenómeno eclesial y cultural? ¿Cómo se entronca esa piedad, fruto de la acción del Espíritu en la Iglesia, en el seguimiento radical de Jesucristo? Desvelar esa in...leer más