El orden del Aleph no solo nos presenta argumentos fascinantes sobre la escritura, el método y la perspectiva borgeana, sino que lo hace en un lenguaje y estilo impecable, heredero de Borges y de Bolaño. Para ser aun más borgeano, el libro termina, como el cuento de Borges, con una posdata fechada el 31 de mayo de 2021. Ahí el autor cuenta que la Mezquita de Amr había corrido la misma suerte que la casa de Beatriz Viterbo, y que había sido derribada ya en el siglo VII, para una ambiciosa expansión. Más allá de la negación de la epifanía que parece proponer el cuento, nos dice Faverón, “El Aleph” es un cuento sobre la salvación del mundo mediante el lenguaje y un relato que, parafraseando al autor, “descree de los miedos y aprensiones de la propia estética borgeana, una historia que no se conforma con la inminencia de la revelación, sino que por el contrario revela una forma abarcadora...leer más