Más allá de la lógica el sentido es común. Es donde la inteligencia libera universos de sinsentido; donde lo exterior entraña el interior. Al exterior sólo parece interesar la razón para imponerla. Sin embargo, no es un ser superficial y es más bien progresivo. Por otro lado, empatiza con el amor, en silencio. Traza huellas propias. Es fragancia de flores y tiene sed de justicia. A su vez, el interior no es útil, sólo se siente. Forma parte de la nostalgia y entra al debate entre realidad e irrealidad. En realidad la razón está aislada; la irrealidad la incorpora y reconvierte. Exterior e interior se motivan en un punto de encuentro. Visto desde la irrealidad, el exterior es perfecto, como es la Vía Láctea; luminoso, como es el sol. ¿Es seguro que así sea? Sí, porque al encuentro se abre un ojo exterior que se ofrenda desde el interior. Dios lo observa tapado en pixeles. No se trata d...leer más