El libro intenta la comprensión psicoanalítica de fenómenos específicos de la vejez, y se elabora con el auxilio de la última teoría de las pulsiones de Freud. La interrogación analiza desde las reorganizaciones autónomas de la economía libidinal mejor logradas -con testimonios literarios de creadores que, en trance de envejecer, se observaron a sí mismos y comunicaron sus reflexiones- hasta las deficiencias más severas de la intricación pulsional, algunas de las cuales se pueden neutralizar por medio de una adecuada ayuda psicoterapéutica. Así, las patologías de la vejez se iluminan desde el otro extremo: la indagación de la vejez de grandes hombres permite a las autoras elaborar concepciones teóricas acerca de procesos psíquicos que se descubren en individuos que mantuvieron autonomía en sus investiduras. La vejez de Hugo, Goethe, Freud, Mauriac, Andreas-Salomé, testimonia sobre los...leer más