Del portón el jardín sale hacie el Ehnried A la altura del crucifijo tuerce hacia el bosque. Al paso 'or su linde, saludo a un viejo roble bajo el que hay un banco de madera de tosca entalladura. Encima de él de vez en cuando se encontraba algún que otro escrito de los grandes pensadores que una joven torpeza intentaba descifrar. Para cuando los enigmas se agolpaban y no se vislumbraba salida, ahí estaba siempre el camino de campo. El recorrido que propone Heidegger en este pequeño escrito de 1949 lleva al lector por un camino de Messkrich, su pueblo natal, que evoca recuerdos nostálgico-anecdóticos y cuyos hitos se convierten en metáforas qu a su vez originan contemplaciones trascendentales. Por ende, si bien las fotografías de la época que acompañan esta edición bilingüe del texto hacen resurgir en la imaginación del lector el sendero por el que antaño caminaba Heidegger y parecen a...leer más