La cordura es cierto acorde en el juicio, compuesto a partir de recuerdos esenciales y de acuerdos prácticos para la existencia, y que cabe definir como la variable capacidad de realidad que tienen los sujetos y las distintas versiones del mundo y de sí mismos en las que viven los hombres. Tales versiones, –constituidas por las diversas tradiciones culturales y, en su seno, por las múltiples concepciones de lo real–, tienen la morfología de la red de capacidades o hábitos de la realidad que, con una expresión de Tocqueville, merecen llamarse porque forman la trama y la densidad de la intimidad humana.
La paternidad y la filiación, el destino, la libertad y la vocación, el duelo, la memoria y la muerte, el pudor, la erótica y las relaciones sexuales, la hospitalidad y el cuidado, las celebraciones y los bailes, la culpa, el rencor y el perdón, la admiración y, por último, la esp...leer más