Este libro profundiza en los grandes temas que hicieron del romanticismo un movimiento rupturista: el mal, la locura, las drogas, el sueño, la noche, la muerte, la magia, el sentimiento, la imaginación… y que le permitieron crear una religión estética donde el amor, la mujer y la naturaleza son protagonistas.
Ser romántico supone saberse partícipe de un todo universal que da sentido al individuo, de un absoluto cuya unidad se quebró por causa de la inteligencia humana. Los románticos se sienten escindidos de la naturaleza y de los demás, nostálgicos y desvalidos, como si fueran un fragmento desgajado de lo infinito, una hoja al viento arrojada en un abismo. A través de sus personajes enajenados, monstruos, autómatas, vampiros y fantasmas, denunció la abyección de la humanidad y auguró para ella un triste final. Virginia Moratiel aporta los conocimientos de la erudita y la pluma...leer más