Dentro del fenómeno político el tema de la democracia es de tal importancia que con ella se pretende legitimar la formación del poder del Estado. Pero sucede que, la democracia como forma de legitimar el gobierno no existe, pues las condiciones fundamentales de su posibilidad, que son la libertad e igualdad de las personas, son nulas. Es, valga la analogía, como si quisiéramos hacer lodo sin el agua y la tierra, o, para más filosóficos, como dice Kant, no es posible captar la objetividad sin el espacio y el tiempo como las formas a priori de la sensibilidad. En otras palabras, así como el espacio y el tiempo son las condiciones de toda objetividad posible, así la libertad y la igualdad son las condiciones necesarias y suficientes para que se dé la democracia, y si esto no es así, como pretendo demostrarlo, no existirá como la mejor forma de legitimar el poder público.