Este libro es el primero que considera el legado del escritor y crítico cultural Mark Fisher. Su punto de partida es el momento en que un grupo de sus alumnos de posgrado recibe la noticia de su suicidio. Afectado por el vacío de la pérdida, Matt Colquhoun, uno de esos estudiantes, logra hilvanar un texto elegíaco, híbrido, a medio camino entre la memoria coral y la investigación teórica.
¿Pero puede ser la muerte el punto de partida de algo? ¿De qué? El “espacio de duelo” abierto entre colegas, compañeros y amigos tras esa dolorosa jornada de 2017, la experiencia de un padecer colectivo y de un sentido de solidaridad renovado que se expresó en eventos conmemorativos, conversaciones después de hora en el campus universitario y noches de baile melancólico, se convierten en la incitación ideal para el abordaje de uno de los mayores interrogantes fisherianos: ¿qué tipo de lazos co...leer más