Un breve divertimento literario sobre la adicción a los libros, ambientado en los quais y las salas de subastas de París, lleno de fantasía y divertida extravagancia, escrito por el gran bibliófilo y leal amigo de Baudelaire, Charles Asselineau.

Charles Asselineau nació en París en 1820 y murió en Châtelguyon en 1874. Hijo de médico, empezó en su juventud los estudios de medicina, pero pronto los abandonó para seguir su vocación literaria. Colaboró en diversas revistas de su tiempo, donde publicó entre otras cosas artículos de crítica de arte y relatos. Su pasión bibliófila y erudita le llevó a redescubrir y defender a escritores olvidados o poco conocidos por el público, entre los que destaca Aloysius Bertrand y su gran obra Gaspard de la Nuit. Asselineau fue uno de los amigos más fieles de Charles Baudelaire y escribió la primera biografía del poeta, al que defendió con valor e inteligencia. El infierno del bibliófilo es uno de los cuentos más conocidos del autor; es una pequeña joya literaria que trata con fino humor de la pasión bibliófila que tan bien conocía Asselineau, propietario de una escogida biblioteca, y que hará las delicias de todo amanee de los libros.