La aceleración es un concepto que define un proceso fundamental de nuestro tiempo. ¿Cómo en una atmósfera de total transformación como la presente, puede seguir existiendo la Iglesia, una institución basada en la tradición, que piensa "en milenios" y ve como una fuerza positiva su resistencia al espíritu de la época? Las tendencias de nuestro tiempo no son favorables a los compromisos. Los antiguos valores empiezan a tambalearse. El discurso sobre Dios, objetivo central del cristianismo, tiene cada vez menos posibilidades de ser escuchado -y de resultar efectivo- en una cultura marcada por la ciencia y dominada por el placer y el consumo, y en una sociedad caracterizada por la competencia económica. Los equilibrios institucionales -entre Estado e Iglesia, por ejemplo- están en peligro. Las nuevas ofertas de sentido de un "mercado ideológico" cada vez más individualizado rivalizan con ...leer más