Marx y Lincoln mantuvieron correspondencia al final de la Guerra Civil estadounidense. Aunque los separaban más cosas aparte del Atlántico, coincidían en la causa de los trabajadores libres y en la urgente necesidad de acabar con la esclavitud. Estos escritos señalan el importante papel de los comunistas internacionales en oposición al reconocimiento europeo de la Confederación. Frente a la presuntuosa opinión del Londres liberal de su tiempo, que afirmaba que el verdadero motivo del conflicto eran los aranceles, Marx sabía que la crisis tenía que ver con la esclavitud. Era consciente de que el capitalismo podía fácilmente apoyar e incluso prosperar a costa de ésta y otras formas de servidumbre humana. Sus numerosos escritos sobre la Guerra Civil, lejos de propugnar un socialismo de raza blanca, demuestran una intención universalista: «sólo el rescate de una raza encadenada llevaría a...leer más