Contra la llamada formación, las formaciones de todo tipo, las que se in-forman en los saberes que se acumulan en publicaciones y se repiten merced a los discursos bien construidos, los efectos de masa que produce el saber, lejos del circo de todo lo que funciona y se extiende, Lacan se dirige a nosotros y nos dice: si ustedes tuvieran un hilito, cualquiera que sea, eso —les dice en ese momento a los jóvenes psiquiatras en “formación psicoanalítica”— les sería infinitamente más valioso que cualquier cosa, en la medida en que eso los llevaría necesariamente a aquello de lo que se trata en esa relación de concernimiento con algo que es único, en cada encuentro, en cada experiencia. Experiencia de un análisis, pero también experiencia de la práctica de la lectura y de lo que una lectura escribe. Del hilito, cada experiencia encuentra retazos, hilachas caídas en el texto mismo; tira de el...leer más