Un poema nos pone en el lenguaje, nos hace oír los acentos de una vida, el hilo de esa vida, nos ayuda vivir. “Toda mi vida está en mis poemas, mis poemas son el lenguaje de mi vida” (Henri Meschonnic, Vivre poème, p. 7) La poética, en lo que se escucha, en lo que se dice, busca la escucha contra la razón del signo. Hace la pregunta contra la sordera del signo. Avanza en esa selva. Escucha que nos trae la noción de ritmo, la implica, la trama, es una organización del movimiento de la palabra en el lenguaje: es su fuerza, su temblor, su pregunta incesante. Pensar el ritmo es articular el cuerpo al lenguaje. Ese pasaje. La poética de Henri Meschonnic además de una práctica del ritmo nos permite agujerear el sentido, nos pone en un frente a frente con los tics, con los clisés del lenguaje. “Y declaro enseguida: el poeta es poeta cuando no sabe lo que hace. El teórico es teórico cuando re...leer más